MÍRAME, MÍRATE AL ESPEJO
Un espejo es una superficie pulida en la que, después de incidir, la luz se refleja siguiendo las leyes de la reflexión.
Existen espejos planos, curvos, cóncavos convexos.
Los espejos son objetos que reflejan casi toda la luz que choca contra su superficie, debido a este fenómeno podemos observar nuestra imagen en ellos. Los espejos en realidad son cristales que contienen detrás una capa generalmente de aluminio.
Pero ¿quién inventó este objeto tan cotidiano? Tal y como lo conocemos se originó hace aproximadamente 200 años en Alemania.
En 1835, el químico Justus von Liebig desarrolló un proceso en el que aplicaba una delgada capa de plata a un lado de un panel de vidrio. Esta técnica fue adaptada y mejorada, permitiendo la producción masiva de espejos alrededor del mundo.
Aunque anteriormente se crearon los primeros espejos a partir de obsidiana pulida o a partir de cobre pulido, de bronce pulido incluso de piedra pulida.
Aunque diferentes culturas crearon independientemente espejos en distintos momentos de la historia, el verdadero inventor del espejo es la naturaleza misma.
Las piscinas de agua tranquila y piedra o arcilla sin duda ofrecieron las primeras imágenes reflejadas.
El espejo encierra en sí todos los secretos y misterios que la historia humana necesitó guardar en él.
Convertido en mágico, ganó protagonismo en leyendas y cuentos infantiles al proyectar imágenes que ocurrieron en el pasado o que sucederán en el futuro.
Por su poder de reflejar la realidad, desde la Antigüedad fue considerado como símbolo del conocimiento, de la verdad y de la “claridad”.
¿Para qué sirven los espejos? La pregunta puede parecer obvia, pero no lo es cuando hablamos de decoración.
Aparte de mirar nuestro reflejo para acicalarnos o comprobar cómo nos sienta el modelito de cada día, la respuesta sería ampliar espacios.
Los espejos tienen más de una función en términos de decoración: ofrecen vida y duplican el espacio de nuestros hogares.
Si colocamos un espejo en un espacio reducido y comprobaremos esto que acabo de decir: todo parecerá mucho más grande y menos claustrofóbico.