El Yeso
El yeso sale del mineral aljez, sulfato de calcio, al que posteriormente se deshidrata. En fabrica se pueden añadir diferente aditivos, para alterar sus características de fraguada, secado…
Una vez que se amasa con agua ya se puede hacer uso de la pasta resultante. También se usa para prefabricar algunos artículos. Su comercialización es en polvo. Hay una variedad llamada alabastro se utiliza para hacer pequeños elementos por su fácil manejo.
Este material se lleva utilizando desde el periodo neolítico, pasando por egipcios, romanos, omeyas… Hasta nuestros días.
En la naturaleza el yeso o aljez no es puro, tiene un porcentaje de impurezas, estas impurezas le pueden ser: Arcillas, óxido de hierro, sílices, calizas, etc. Se encuentra con una estructura compacta y sacaroidea, otra de sus cualidades el la rápida absorción de agua llegando incluso a aumentar su volumen desde un treinta hasta un cincuenta por ciento.
El yeso tiene agua en su estructura, si se consigue separar esa agua so obtienen diferentes yesos y se pueden emplear para diversos usos y cualidades como el yeso con ligero residuo de agua, yeso de fraguado ligeramente rápido, yeso anhidro o extra cosido o yeso hidráulico, etc.
Tiene diversos usos, como pasta de agarre o juntas, para estucado y para la utilización de la técnica artística al fresco. Como paneles para la construcción de tabiques, para techos de escayola… También es un buen aislante térmico. También tiene usos médicos, como molde en la boca o para inmovilizar huesos rotos. También se usa en la reproducción de esculturas, la fabricación de tizas, cemento.
Sus usos no acaban aquí, también se utiliza como fertilizante, en forma de polvo para que sus componentes se filtren por la tierra, para nivelar y recuperar terrenos.
En la construcción se clasifican en tres, yeso blanco, negro y rojo.
– Yeso blanco: Bastante puro, su grano es fino de color blanco, se usa para acabados finos.
– Yeso negro: Con mayores impurezas que el anterior, de grano más grueso de color gris con el que se dan las primeras capas, que no necesitan acabados tan finos.
– Yeso rojo: Su uso en la restauración es muy apreciado, tiene un color rojizo por las impurezas que le dan otros minerales.